Los mercados empezarán a procesar las palabras del Presidente y las proyecciones macroeconómicas incluidas en el proyecto de Ley que ingresó anoche al Congreso. La tríada de aspectos clave.
El mercado empezará a leer el detalle del Presupuesto 2025 este lunes para dar sus primeras impresiones sobre la propuesta oficial. Si bien todavía queda por delante el debate legislativo, los inversores comenzarán a fijar precios a partir de lo que escucharon anoche.
Hay al menos tres variables que darán las primeras muestras de la temperatura del humor inversor. La evolución de todos los activos relacionados con el dólar, el riesgo país y la cotización de los bonos soberanos y provinciales.
- La reacción de los dólares
Una de las primeras variables que habrá que seguir de cerca a partir de la apertura del mercado es la cotización de los dólares paralelos, así como del dólar futuro y los bonos que ajustan a partir del tipo de cambio oficial.
En el Presupuesto 2025, el Ministerio de Economía pronosticó que el dólar mayorista cerrará 2025 en $1207, lo que significaría un aumento de 18,3% durante el próximo año, al igual que la inflación proyectada. Así, no habría salto cambiario en el horizonte del oficialismo. Por eso, los valores en los que se acomode la cotización del dólar futuro serán fundamentales para verificar si el mercado cree o no en la visión del Presidente.
Si bien no hubo referencias al cepo cambiario y su eventual levantamiento -algo que los inversores y acreedores están esperando- el Presupuesto 2025 ya no contempla ingresos por el impuesto PAIS, que genera un recargo sobre la compra de dólares y los consumos en moneda extranjera.
El Presidente solamente tocó el tema cambiario de forma lateral, cuando explicó que la función del Estado es asegurar la estabilidad macroeconómica, entendida como la ausencia del déficit fiscal y comercial, así como de la inflación, junto con estabilidad monetaria y cambiaria.
- Bonos soberanos y riesgo país, luego de la señal a los bonistas
Los inversores temen que el Gobierno no pueda hacer frente a sus compromisos de deuda el año que viene. La fórmula que propuso el Presidente para “blindar” el superávit fiscal asegura que el Estado argentino podrá cancelar los vencimientos de la deuda que, según la consultora Outlier, suman algo más de US$8700 millones en 2025, entre capital e intereses de los bonos Globales y Bonares.
“El superávit va a hacer que la deuda sea sostenible. La sostenibilidad de la deuda va a bajar el riesgo país, y abaratar el costo financiero, contribuyendo al aumento de la inversión y el ahorro; y en consecuencia al crecimiento económico y del salario real”, afirmó Milei.
A futuro, el mandatario puntualizó que la vocación de su Gobierno no es volver a endeudarse, aunque consideró que la Argentina tampoco está en condiciones de hacerlo. “La Argentina, producto de ser el mayor defaulteador serial del mundo, no tiene acceso al crédito, lo que inhabilita cualquier tipo de endeudamiento aún si fuera deseable, que nunca lo es”, sostuvo Milei.
El veredicto de los inversores sobre esta señal se verá en el precio de los bonos soberanos y la evolución del riesgo país. Si el mercado le creyó al Presidente, los títulos subirán y el indicador que elabora JP Morgan retrocederá.
- Deuda provincial
El Presidente sostuvo que las provincias todavía tienen que hacer un ajuste de US$60.000 millones para cumplir con el compromiso de bajar el gasto público consolidado a 25 puntos del PBI. En la misma línea, sostuvo que el Estado Nacional solo debe hacerse cargo de algunas funciones básicas y destacó: “Cualquier otra cuestión puede resolverse a través del mercado o es competencia de los gobierno sub-nacionales”.
El ajuste de las provincias será otra de las cosas que los inversores estarán monitoreando desde este lunes, ya que muchas de las jurisdicciones tienen deuda emitida que debe pagar vencimientos por US$2700 millones en 2025. Para poder hacerlo, tendrán que ahorrar en otras partidas, así como para cumplir con el ajuste que les pide el Ejecutivo.
Entre tantos frentes para recortar, podría pasar que alguna provincia termine entrando en default de su deuda para cubrir otros gastos. A fines de agosto, de hecho, La Rioja ya avisó que no pagaría un vencimiento de deuda y esta semana tuvo un revés judicial en Nueva York por un incumplimiento previo.