El cantante ofreció un espectáculo inolvidable con un repertorio que combinó sus éxitos de siempre y clásicos del tango argentino.
Luis Miguel, conocido como “El Sol de México”, volvió a la Argentina para poner el broche de oro a su gira mundial con dos shows deslumbrantes en el Campo Argentino de Polo. Renovado física y emocionalmente, y acompañado por su pareja, la empresaria española Paloma Cuevas, el icono de la música romántica revolucionó Buenos Aires con su presencia y talento.
Un regreso esperado
Desde su llegada el sábado 14 de diciembre pasado, Luis Miguel y Paloma Cuevas se convirtieron en el centro de atención de fanáticos y paparazzis. La pareja, que hizo pública su relación este año, se mostró cercana y sonriente en cada aparición. Paloma, madrina de uno de los hijos del cantante, vivió un reencuentro amoroso con “Micky” tras separare del torero Enrique Ponce, con quien estuvo casada 22 años.
Durante su estadía en Buenos Aires, el romance entre ambos quedó en evidencia mientras disfrutaban de un recorrido gastronómico por reconocidas parrillas y restaurantes porteños como “Don Julio”, el “Four Seasons” y “Cabaña Las Lilas” en Puerto Madero. Rodeados de guardaespaldas y fanáticos, no ocultaron su complicidad.
Una noche mágica en el Campo de Polo
El primero de los dos recitales de Luis Miguel en el Campo Argentino de Polo fue una celebración total. El cantante ofreció un espectáculo inolvidable con un repertorio que combinó sus éxitos de siempre y clásicos del tango argentino, logrando una conexión especial con su público.
La velada comenzó con tema como “Será que no me amas” y “Suave”, que desataron la euforia de los presentes. No faltaron los gestos icónicos del cantante, como su característico movimiento de cabello y las miradas cómplices. La noche alcanzó su punto romántico con boleros como “Hasta que me olvides” y “Por debajo de la mesa”, seguidos de su emotiva interpretación de tangos como “Por una cabeza”, “Volver” y “El día que me quieras”, acompañados de bailarines y bandoneón de escena.
El cierre fue con “La incondicional”, “Cuando calienta el sol” y “Santa Claus llegó a la ciudad”, con un toque navideño que iluminó el cielo porteño con fuegos artificiales, pétalos rosas y pelotas gigantes. Con su inconfundible voz, carisma y un espectáculo lleno de nostalgia, emoción y calidad, Luis Miguel cerró su gira mundial dejando claro por qué sigue siendo una de las figuras más importantes de la música en español.