Leandro Paredes, en medio de la barra brava de Boca durante la goleada por la Copa Sudamericana

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El jugador de Roma, presente en el país antes de viajar a la Copa América, estuvo en el 4-0 xeneize ante Nacional Potosí

La noche en la Bombonera se preveía festiva, más allá de la prudencia por lo dificultoso que sería (y terminó siendo) terminar en el primer puesto ante un eventual tropiezo de Fortaleza, en Brasil, que no ocurrió. Ese clima existió, porque -al fin y al cabo- Boca goleó (4-0) a Nacional Potosí en lo que fue un trámite accesible desde los primeros minutos del encuentro. En días en los que el semestre se va despidiendo y los futbolistas de la selección argentina arriban al país de vacaciones, antes de viajar a la Copa América a jugarse en Estados Unidos a partir del 20 de junio, una de las tribunas contó con la visita especial de un campeón del mundo (y en un sector que siempre llama la atención).

Cuando los equipos aún no habían ingresado en el campo de juego y se disponían a realizar el calentamiento, la imagen ya se había vuelto viral en las redes sociales. Leandro Paredes, reconocido fanático de la institución, estaba inmerso entre la multitud xeneize. Así como Rodrigo De Paul, surgido en las inferiores de Racing, estuvo presente este martes en el estadio de Lanús para ver al conjunto académico frente a Sportivo Luqueño, su compañero de la mitad de la cancha albiceleste asistió a esa casa que tiene tatuada en la parte derecha de su pecho. Lo que más llamó la atención, evidentemente, fue el lugar que optó para comenzar su visita.

De Paul se había hecho ver dentro de un clima familiar, desde uno de los palcos de la Fortaleza granate (Racing hizo local allí): en algún momento acompañado de directivos que le acercaron una camiseta de Racing con el número 7 que utiliza habitualmente en la selección y, en otro, bien cercano a su hija. Paredes, en cambio, se contrastó desde la popular. Porque hasta los primeros minutos del compromiso fue recibido por La 12, la barra brava que siempre ocupa el centro de la segunda tribuna Norte, y se lo observó sonriente, cantando por Boca y parado como uno más, entre instrumentos y tirantes, junto a Mauro Martín, uno de los líderes.

Llama la atención, por supuesto. Quizás no sea una imagen agradable en el contexto de un fútbol argentino en el que los violentos (en todos los clubes) tienen un espacio preponderante. El N° 5 del seleccionado no será el primero ni el único en aparecer en una imagen tal: sobran los casos de jugadores que decidieron mostrarse en esas situaciones. Paredes emuló lo que hizo antes del último fin de año otro campeón del mundo como Exequiel Palacios, en otra imagen que sorprendió junto a Los Borrachos del Tablón cuando River enfrentó a Rosario Central y obtuvo el Trofeo de Campeones, en Santiago del Estero.

Incluso, lo ha hecho en el pasado un actual futbolista de Boca y también referente y líder: Marcos Rojo, cuando aún no había vuelto al país y era futbolista de Manchester United, fue captado entre barras de Estudiantes (cuando el Pincha mantenía su localía en el estadio Único de La Plata) a pocos días de haber perdido la final de la Copa América 2015, en Chile. Cada uno es dueño de sus decisiones, por supuesto. Sin embargo, el camino parece no ser el ideal. Más para un modelo a seguir.

Un rato después, el actual futbolista de Roma se fue de aquel sector y ya las cámaras lo empezaron a captar en uno de los palcos, con el primer tiempo en pleno desarrollo. Al salir del estadio, en TyC Sports, declaró. “Estoy disfrutando de estar en el país, de todo, de venir a ver a Boca. (Estar en la hinchada) era algo que quería cumplir, quería saber qué se sentía, por suerte me pude sacar las ganas”. Son horas que el volante está aprovechando para dedicarlas, entre otras cosas, a su amor por los colores azul y oro.

Es que, mientras el plantel se disponía a realizar la última práctica previa al duelo de anoche, apareció en el predio que el club posee en Ezeiza para saludar a los futbolistas y reencontrarse con su amigo Juan Román Riquelme, presidente del club. Así como fue protagonista de una imagen nada agradable durante la noche del miércoles, Paredes también aportó una muy tierna durante el martes al aparecer en el momento justo: Alexis, un chico que atraviesa un tema complejo de salud, fue invitado al predio a conocer a los futbolistas del club con el saludo incluido del ex N° 10. Mientras este le daba el esperado abrazo, llegó Paredes a darle otro y generarle una sonrisa mucho más grande.

Tomó unos mates junto a Riquelme y los integrantes del Consejo de Fútbol y ayer se dio el gusto de volver a la Bombonera. En unos días ya será parte de la delegación nacional que viajará, primero, a los amistosos de preparación del conjunto campeón del mundo y, luego, seguramente termine siendo uno de los 26 jugadores confirmados para disputar la competición continental de selecciones.

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