El desborde repentino del río Guadalupe arrasó zonas del centro del estado y dejó una escena de devastación inédita. La búsqueda continúa contrarreloj y crece el temor por nuevas lluvias.

Las lluvias y el posterior desbordamiento del Río Guadalupe causaron estragos en Texas, Estados Unidos. Según informaron las autoridades, al menos 27 personas murieron como consecuencia del fenómeno climático extremo, mientras continúa la búsqueda desesperada de más de 25 nenas que permanecen desaparecidas.
El foco de la tragedia está en Camp Mystic, un campamento ubicado en el condado de Kerr, que fue sorprendido por la crecida del río, cuyo nivel se elevó más de seis metros en menos de dos horas. En el lugar había cientos de chicos participando de actividades recreativas cuando se desató la emergencia.
“Fue una crecida súbita y brutal. La prioridad ahora es encontrar a quienes siguen desaparecidos”, dijo un vocero del Departamento de Seguridad Pública de Texas.
Mientras se mantiene el estado de emergencia en varios condados, el gobernador Greg Abbott anunció que firmará una declaración de desastre para liberar más recursos ante la magnitud del daño.
“Las misiones de rescate continúan sin interrupciones. No nos detendremos hasta encontrar a todos”, publicó Abbott en su cuenta de X, junto a un video que muestra el salvataje de una mujer atrapada en un árbol.
Preocupación por nuevas lluvias
Aunque el clima mejoró levemente durante el sábado, los expertos meteorológicos advirtieron que podrían registrarse nuevas precipitaciones en las próximas horas, lo que mantiene en alerta a las autoridades y a los equipos de emergencia que siguen trabajando en las zonas más afectadas.
“Esto no terminó. Lo que vimos fue una tragedia inesperada en una región donde las crecidas son habituales, pero nunca con esta fuerza”, lamentó Rob Kelly, juez del condado de Kerr.
La publicación fue acompañada con este mensaje: “Misiones de rescate aéreo como esta se llevan a cabo las 24 horas del día. No nos detendremos hasta que todos aparezcan”.
Alrededor de 500 socorristas y 14 helicópteros fueron desplegados en la zona. La Guardia Nacional de Texas envió equipos de rescate y la Guardia Costera de Estados Unidos colabora en las tareas.
“La lluvia ha amainado, pero sabemos que se avecina más”, advirtió Freeman Martin, director del departamento de Seguridad Pública de Texas. Rob Kelly, juez del condado de Kerr, dijo que las inundaciones ocurren “constantemente” en la zona y que se trata “del valle fluvial más peligroso de Estados Unidos”.